Sueño

jueves, 29 de mayo de 2008

Soñé el otro día un sueño muy extraño. Como en las novelas de Agatha Christie, estábamos en una mansión. En una biblioteca había tres o cuatro personas. Yo veía que uno de ellos parecía ser un fantasma, pero todo el mundo podía hablar con él. A mí me parecía un poco diáfano, y parecía ser la única que se percataba de ello. Observaba que interactuaba con todo el mundo, pero sin tocarse con nadie. Yo, obviamente, pensaba que alguien lo había matado y estaba allí para decírnoslo, pero en realidad él hacía como en el sexto sentido. El caso es que todo el mundo estaba buscando un anillo que la mujer le había dado al individuo éste. Él negaba que lo hubiera perdido, pero no sabía decirle dónde estaba. Así que todo el mundo estaba buscando el anillo.

Yo me salí de la habitación para buscar el anillo, el cual encontré encima de un aparador. El problema es que era como el hombre, como una imagen del anillo, al cual no podía tocar.

Entonces, me dí cuenta de que en el pasillo, las puertas hacían como un giro de ciento ochenta grados pero se quedaban igual que antes.

Observé que otro individuo, desconocido hasta entonces, se metía en una habitación, y las puertas giraban de nuevo, salía de ella y cogía el anillo, que estaba atado a una cadena, para después depositarlo de nuevo. Se metió de nuevo en la habitación, y yo detrás. Vi que le daba a una palanca escondida en una lámpara y parecía que ocurría algo. Salió de la habitación y me miró pidiéndome que no se lo dijera a nadie. Me acerqué a donde el anillo y entonces pude tocarlo. Llegué a la conclusión de que el secreto era que la casa estaba encantada y se producían mezclas de dos realidades distintas, las cuales se cambiaban al girar las puertas. De repente, el personaje que estaba conmigo se cogió el corazón y corrió hacia la puerta de salida de la mansión. Luego volvió y me explicó que cada vez que ocurría el giro de puertas se producía una bifurcación en el tiempo, y se creaba otra imagen de uno que, si moría, producía dolor al otro, el cual podía volver a bifurcarse. Esto me recordó, incluso en el sueño, a The Prestige.

El caso es que por ahí me quedé, porque me desperté. Pero pensé, en ese momento atolondrado justo al despertarse que sería una buena base para un argumento de película fantástica. ¿Qué decís? ¿Lo envío a Spielberg?

3 comentarios :

Raulito dijo...

Pues me ha parecido un buen guión, todo es probar...

Si Boris escribe un libro que es 2º premio nacional y el de el canto del loco hace cine cada uno merecemos nuestro pedazo de gloria y de pasta...

abi dijo...

Jajajaa!! Gracias por la confianza :P

Tanhäuser dijo...

Coincido con Raulito. Todo es cuestión de ponerse ¿no?